El ciego de Gondar
MARI-GAILA enjúgase los labios con un pico del pañuelo que lleva a la cabeza, recibe la taza desbordante y roja de manos del ladino viejo, y bebe, gorjeando el vino en la garganta.
Seguir leyendoMARI-GAILA enjúgase los labios con un pico del pañuelo que lleva a la cabeza, recibe la taza desbordante y roja de manos del ladino viejo, y bebe, gorjeando el vino en la garganta.
Seguir leyendoEl Compadre Miau levanta su tabanque a la puerta del mesón, y tañe la flauta haciendo bailar a Coimbra. El pájara mago entra y sale en su alcázar, profetizando.
Seguir leyendo«LOS SEÑORES GUARDIAS, adustos, partida la jeta cetrina por el barboquejo de hule, se alejan bajo miradas de burla y temor. El correaje, los fusiles, los tricornios, destellan en la carretera cegadora de luz.»
Seguir leyendoLa pareja de tricornios, negra y polvorienta, penetra en las sombras del soto donde sestea la taifa de hampones. Viéndola llegar, todos callan, y la pareja, inquiridora, cruza entre unos y otros.
Seguir leyendoABRE la alforja y enseña un canto del río con un gran alvéolo redondo y pulido, la huella de largos sueños penitentes. Mari-Gaila, ante aquel prodigio, siente una gozosa ternura.
Seguir leyendoUN SOTO de castaños, donde hace huelgo la caravana de mendigos, lañadores y criberos, que acuden anuales a las ferias de Agosto en Viana del Prior. La Mari-Gaila, gozosa de su nueva ventura, sofocada y risueña, llega tirando del dornajo, por la carretera cegadora de luz.
Seguir leyendoVIEJO caserío con palios de vid ante las puertas. Eras con hórreos y almiares: Sobre las bardas, ladradores perros. El rayar del alba, estrellas que se apagan, claras voces madrugueras, mugir de vacas y terneros.
Seguir leyendo