Teresa o el sol por dentro es el título de mi espectáculo sobre Santa Teresa de Jesús. Pero ¿por qué se llama así?
En el siglo XVI la gente creía que la tierra era el centro en torno al que giraban todos los cuerpos celestes del universo. Pero Copérnico, el Stephen Hawking de ese momento, dijo finalmente que no, que el centro era el sol. Y los jodió. Porque si la tierra dejaba de ser el centro, los hombres ya no vivían en el centro del universo. Y sobre todo el Papa, que era el centro de los hombres y de las mujeres, ya dejaba de vivir en el centro del centro y tenía que irse al extrarradio. Y eso la jerarquía eclesiástica no lo llevaba muy bien (que se lo pregunten a Rouco que vive en el centro y en un piso de 400 metros cuadrados); entonces aparecen los místicos y entre ellos Santa Teresa de Jesús. Y los místicos hablan de otro universo interior y otro centro que se halla en el corazón de los hombres y de las mujeres. Y de este centro viene realmente la luz de la Luz. Problema resuelto. Porque si la tierra ya no es el centro, vale, ahora el centro es el sol y ese sol está realmente, como dice Teresa, dentro del hombre, el hombre vuelve a estar, de alguna manera, en el centro otra vez. Qué alivio, sobre todo para el Papa, ya no tenía que irse a vivir al extrarradio del cosmos con los inmigrantes que serían los alienígenas, sino que ya se queda en el centro tranquilo, como Rouco.
Está claro: los místicos siempre han sido la vanguardia de la conciencia global. Teresa la vanguardia de la vanguardia. Una mujer a la que el Sol le nace por dentro es más vanguardia que una mujer al borde de un ataque de nervios. Los organizadores del V centenario de Santa Teresa tenían que haber conectado con Almodóvar para que hiciera algo en esta celebración. Pero vaya usted a contarle a Rajoy todo este lío del centro, Teresa y el cosmos. Bastante problema tiene ya Rajoy con el ministerio de Cultura como para ocuparse de Santa Teresa de Jesús. Habrá que esperar al próximo centenario. ¿Habrá llegado ya Pablo Iglesias al poder? Iglesias y Santa Teresa… algo tienen que ver ¿lo cogen? Venid a disfrutar, os espero, el mundo es una sombra del alma, en el alma se halla la luz. ¡Gracias Teresa!
Ilustración de Galileo Galilei
Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo 1632
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